El autismo
surge del daño en las células comunicativas. Los investigadores de la
Universidad de California descubrieron que un medicamento ya existente, tiene
una nueva función que podría revertir los síntomas de este trastorno.
En los autistas, las
células se encuentran permanentemente en un modo metabólico defensivo,
por lo que tienen dificultades para comunicarse, interfiriendo en el desarrollo
del cerebro. Con una droga -la ATP o suramina,
utilizada en África para curar la enfermedad del sueño- que ha existido durante
casi un siglo, se ha realizado pruebas en ratones y, aunque está lejos de ser
una cura para los humanos, se ven claras mejoras.
Con el fármaco, se
corrigieron 17 síntomas, incluida la normalización de la estructura de sinapsis
cerebral, la señalización célula-célula, el comportamiento social, la
coordinación motora y la normalización del metabolismo mitocondrial.
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