El Campamento como espacio de Aprendizaje

“El campamento como espacio de aprendizaje”

Lo verdaderamente curiosos e interesante es que la mayor parte de los procesos de formación de los adolescentes tiene que ver con la cotidianeidad de la vida, que lo que se señala en las actividades propuestas en un campamento educativo; como la de hablar en público, orientarse, protegerse de la lluvia y del frio, participar con los compañeros en una representación, aprender que madera es para el fuego, mirar las estrellas y contemplar la compañía de sus amigos y sobre todo tolerar la presencia del mismo, aprender a caminar con lo necesario.

¿Cómo es posible que algo tan cotidiano, tan usual, sea  de tan difícil aprendizaje?

Un  campamento es una experiencia educativa de primer orden pero con algunas características particulares. La primera es que está limitada en un corto periodo de tiempo, carece de un seguimiento posterior a largo plazo, el sujeto está más comprometido con esa experiencia, aumenta el nivel de tolerancia de las cosas, no hay exámenes, las actividades permiten el contacto y el intercambio, se fomenta la creatividad, se respeta y se potencia el hecho diferencial. Cada uno de los acampados/as puede saber algo y enseñar a otros, desde sus habilidades hasta su humor; y no te sientas derrotado si las decisiones que la mayoría de las veces tomas no son aceptadas.

Podemos concluir, que la meta de la educación en el campamento es contribuir al desarrollo de la personalidad equilibrada, dotada de una perspectiva social cuyo sinónimo es el espíritu de servicio a la comunidad. Favorece esta actividad el sentimiento de aceptación dentro del grupo y aumenta la capacidad de vivir cooperativamente.

A través de  todas las  actividades que se proponen, experimenta la inclusión social y el sentido de pertenencia grupal, en donde se generan espacio para debates entre los actores, revalorizando la importancia que tienen para el ser humano los recursos naturales renovables. Se aprende a utilizarlos en beneficio propio sin destruirlos y a  preservarlos.

Participar voluntariamente, sin exigencias u obligación, hace que sientas completamente  bien. Ya te preguntaste alguna vez ¿Por qué nunca te agregaste a los campamentos educativos? Ya es hora que lo haga, no esperes más, porque cuando necesites una ayuda un abrazo del otro, ni la naturaleza te va a contemplar.

FUENTE
http://www.injuve.es/sites/default/files/revista72_2.pdf